Mapa del Recorrido
Explora nuestra ruta planeada por las ciudades más emblemáticas de Cuba.
Alojamientos
Descubre las casas de renta donde nos hospedaremos durante nuestro viaje.
- Casa de Ela en La Habana, Cuba.
- Casa de José y Mari en Mariel, Cuba.
- Casa de Mayda en Las Terrazas, Cuba.
- Casa de Daysi en Bahía Onda, Cuba.
- Casa de Mary en La Palma, Cuba.
- Casa de Mayte en Viñales, Cuba.
- Casa en primera línea de playa en Playa Larga, Cuba.
Historia de Cuba: La Revolución
La historia de Cuba está profundamente marcada por su revolución, un evento transformador que cambió el curso del país y tuvo un impacto significativo en la política mundial.
La Revolución Cubana, liderada por Fidel Castro, Che Guevara y otros, culminó el 1 de enero de 1959 con el derrocamiento del dictador Fulgencio Batista. Este movimiento surgió de un descontento generalizado con la desigualdad social, la corrupción y la influencia extranjera.
Tras la victoria, el nuevo gobierno implementó profundas reformas agrarias, nacionalizaciones y programas de alfabetización y salud, buscando establecer una sociedad más justa e igualitaria. Esto generó tensiones con Estados Unidos, que llevaron al embargo económico y a la crisis de los misiles.
La revolución no solo redefinió la identidad cubana, sino que también se convirtió en un símbolo de resistencia y un modelo para movimientos de liberación en otras partes del mundo, especialmente en América Latina y África.
Diario de Viaje
Sigue nuestras aventuras día a día mientras pedaleamos por Cuba.
Día 1: Viaje a La Habana
25 de Julio de 2025
La aventura de nuestras vidas da comienzo con un autobús nocturno hacia Barajas. Con el corazón rebosante de emoción y las alforjas llenas de sueños, esperamos ansiosos el vuelo que nos catapultará a La Habana, el punto de partida de nuestra épica travesía en bicicleta por Cuba. ¡Los preparativos han culminado, y la emoción es palpable en el aire!
Leer másDía 2: Llegada y Alojamiento
26 de Julio de 2025
Tras un vuelo transatlántico que pareció eterno, finalmente aterrizamos en La Habana bajo el misterioso manto de la noche, con nuestras fieles bicicletas ya esperándonos. Directamente nos dirigimos a nuestro refugio para un merecido descanso, recargando energías para mañana. Las primeras pinceladas de la noche habanera nos envuelven en una atmósfera mágica, prometiendo innumerables descubrimientos.
Leer másDía 3: Explorando La Habana
27 de Julio de 2025
Dedicamos la mañana a perderse por las calles adoquinadas de La Habana Vieja, desvelando sus secretos en un fascinante free tour. Por la tarde, la emoción se desborda al subirme por primera vez a nuestras bicicletas en suelo cubano para un breve paseo. La jornada culmina con una inmersión total en el vibrante ritmo de la salsa y una deliciosa cena, sintiendo la esencia de Cuba en cada nota y cada bocado.
Leer másDía 4: Primer día de bicicleta
28 de Julio de 2025
Con nuestra tarjeta SIM en mano para mantenernos conectados, iniciamos nuestra travesía en bici desde La Habana, bordeando el icónico Malecón. Poco a poco, la bulliciosa ciudad queda atrás, revelando una Cuba diferente, con edificios históricos en ruinas y calles llenas de contrastes. Un inesperado pinchazo nos presenta a un amable ciclista cubano que no solo nos socorre, sino que nos acompaña hasta Mariel, ayudándonos a encontrar nuestro alojamiento. Una lección de hospitalidad cubana en cada pedalada.
Leer másDía 5: Segunda etapa, Las Terrazas
29 de Julio de 2025
Nuestro entrañable amigo ciclista Lázaro nos acompaña en nuestra segunda etapa, adentrándonos en el corazón rural de Cuba hacia Las Terrazas, una impresionante biosfera protegida. A medio camino, saboreamos el mango más exquisito que jamás hayamos probado, un regalo de Ela, nuestra anfitriona de La Habana. Al llegar, Lázaro se despide y nosotros nos sumergimos en las refrescantes aguas del río San Juan, un merecido chapuzón tras la jornada. La aventura culmina con la llegada de una dramática tormenta tropical, añadiendo un toque épico a nuestro día.
Leer másDía 6: Tercera etapa, Bahía Onda
30 de Julio de 2025
Nos levantamos con las primeras luces del día, listos para enfrentar las desafiantes subidas de nuestra tercera etapa. El camino se revela como un espectáculo visual, serpenteando entre exuberantes bosques de palmeras. Finalmente, llegamos a Bahía Honda, un pueblo vibrante con calles llenas de vida y un bullicioso comercio local. Decidimos hacer una parada aquí, siguiendo el consejo de Lázaro, quien nos aseguró que la casa de su amiga Daisy ofrece una cocina excepcional. ¡Un festín para el paladar nos espera!
Leer másDía 7: La Palma y una Anécdota Inesperada
31 de Julio de 2025
Tras un delicioso y abundante desayuno preparado por Daysi, comenzamos una jornada más relajada. Optamos por no visitar Cayo Levisa hoy, ya que la necesidad de hacer 40 km para tomar el barco a las 10 a.m. se sentía demasiado apresurada. Nuestro destino para el día era La Palma, el primer hito de nuestra travesía CubaVelo. Durante unos 5 km de este trayecto, nos encontramos con una situación curiosa: un joven ciclista parecía seguirnos, adelantándonos y esperándonos repetidamente. Al no saber cómo interpretar su insistencia, pedimos ayuda a un motorista que pasaba, quien nos acompañó por unos kilómetros hasta que el chico finalmente se detuvo. Fue una anécdota peculiar, que no empaña nuestra experiencia, ya que hasta ahora todos los cubanos que hemos conocido han sido increíblemente amables y serviciales. Finalmente, llegamos a La Palma, donde Mary, nuestra anfitriona, nos recibió con una calurosa bienvenida. También tuvimos el placer de conocer a su esposo, José, un apasionado educador ambiental.
Leer másDía 8: De La Palma a Viñales
1 de Agosto de 2025
Despertamos en La Palma con un delicioso desayuno de Mary y nos lanzamos a la carretera rumbo a Viñales. El paisaje se transformó en una sinfonía rural, con maizales ondeando al viento, carros tirados por caballos y una autenticidad cubana que nos cautivaba a cada pedalada. A medida que avanzábamos, los majestuosos mogotes de Viñales comenzaron a emerger en el horizonte, imponentes y casi irreales, un espectáculo que, por mucho que intentábamos capturar en fotos y vídeos, la lente no lograba hacerles justicia. Llegamos a Viñales alrededor de las 11 de la mañana, un pueblo que palpita con vida turística, aunque sorprendentemente, no encontramos la avalancha de visitantes que esperábamos; la pandemia había reducido drásticamente el flujo de turistas. Una amable local nos guió hasta la casa de renta de Mayte en la calle Sergio Fopico, quien nos recibió con una calurosa bienvenida y un abanico de actividades para explorar en el valle. Después de un merecido descanso y un refrescante chapuzón en la piscina, nos embarcamos en una ruta a caballo por los alrededores, sumergiéndonos en el proceso de elaboración de los puros. Carlos, un maestro tabaquero, nos explicó cada detalle y nos demostró su arte liando un puro ante nuestros ojos, una experiencia fascinante que compensó la falta de plantaciones de tabaco, ya que estábamos fuera de temporada. También descubrimos los secretos del café y la "vitamina R" (el ron cubano), deleitándonos con una degustación que nos dejó el paladar y el espíritu satisfechos. La jornada culminó con una cena excepcional y económica en el restaurante Don Tomás, seguida de unos pasos de salsa al ritmo de la música en vivo en un bar local. Aunque el cansancio se hacía sentir, nos fuimos a dormir con la promesa de una nueva aventura al día siguiente: un viaje en taxi a Cayo Jutía, una playa caribeña que ya soñábamos como un paraíso. ¡Viñales nos había conquistado por completo!
Leer másDía 9: Cayo Jutia
2 de Agosto de 2025
Con la promesa de un día de sol y mar, organizamos con Mayte un taxi compartido a Cayo Jutía, coincidiendo con dos animadas chicas catalanas que habíamos conocido en el bar la noche anterior. Cayo Jutía se reveló como un paraíso caribeño: arena inmaculada, aguas que invitaban a sumergirse y una atmósfera vibrante. Al ser sábado, la playa bullía con familias cubanas disfrutando del mismo Edén. Buscando un rincón de serenidad, nos aventuramos hacia la zona más tranquila, donde el arte culinario local se manifestaba en su máxima expresión: pescadores preparando langostas frescas directamente en la arena. Nos deleitamos con una exquisita langosta acompañada de arroz, para luego zambullirnos en una aventura submarina haciendo snorkel. El arrecife nos regaló un espectáculo de peces de colores, corales púrpuras y estrellas de mar, un ballet natural bajo el agua tibia y cristalina. Cada instante en Cayo Jutía fue un placer, mitigando el intenso calor con la frescura del océano. Al caer la tarde, compartimos el taxi de regreso con nuestras nuevas amigas catalanas, volviendo al corazón de Viñales. Tras un merecido descanso, la noche nos encontró cenando en un animado bar, donde la música y el baile de los locales creaban un ambiente de pura alegría, incluso mientras saboreábamos nuestros sándwiches. Finalmente, la energía nos llevó de nuevo al bar de salsa de la noche anterior, donde nuestros cuerpos se movieron al ritmo cubano una última vez antes de rendirnos al sueño, con la arena de Cayo Jutía aún en nuestros pensamientos.
Leer másDía 10: Descanso y Exploración en Viñales
3 de Agosto de 2025
A la mañana, la promesa de un descanso nos permitió un desayuno relajado. Disfrutamos de la tranquilidad de la casa, dedicando tiempo a la lectura, a poner al día nuestro diario de viaje y a un refrescante chapuzón en la piscina. Al mediodía, regresamos al que ya consideramos nuestro santuario culinario en Viñales, el restaurante Don Tomás, confirmando una vez más su imbatible relación calidad-precio. Por la tarde, nuestras bicicletas nos llevaron a conquistar el mirador del hotel Los Jazmines. Aunque las nubes grises y los truenos anunciaban una tormenta inminente, las vistas de los mogotes y la exuberante vegetación eran simplemente sobrecogedoras, una belleza alucinante que te deja sin aliento. Decidimos refugiarnos y disfrutar de un mojito mientras la lluvia pasaba. Con la tormenta ya calmada, y una temperatura agradable envolviéndonos, nos aventuramos a visitar el Mural de la Prehistoria. Si bien la obra en sí no deslumbró, el verdadero encanto residía en perderse por los caminos que serpenteaban entre los imponentes mogotes, una experiencia de inmersión total en la naturaleza. Para cerrar con broche de oro, regresamos a Don Tomás para nuestra cena, donde la camarera, que ya nos consideraba amigos, nos compartió que también ofrecía una casa de renta (Villa Sueño). El día culminó con otro baño relajante en la piscina de nuestra casa, sellando así otro día verdaderamente estupendo en Viñales.
Leer másDía 11: De Viñales a Playa Larga
4 de Agosto de 2025
Hoy, el amanecer en Viñales nos encontró listos para un nuevo desafío. Tras un desayuno energético y la minuciosa preparación de nuestras alforjas, esperamos el taxi hacia Jagüey Grande. Una pequeña confusión con el maletero del primer coche se resolvió con la proverbial ingeniosidad cubana: un segundo taxi, más espacioso, llegó al rescate. En un abrir y cerrar de ojos, nuestras mochilas y las de otros viajeros se acomodaron, mientras nuestras fieles bicicletas encontraban su lugar en el otro vehículo. La confianza en la amabilidad cubana, que ya se ha vuelto una una constante en nuestro viaje, nos tranquilizó. Mara y yo viajamos en el primer taxi con nuestras alforjas hasta el punto de intercambio de La Habana, donde los taxistas, organizados por zonas, gestionan los trayectos. En el segundo taxi, logramos encajar nuestras bicicletas desarmando un manillar y las ruedas, con Mara ingeniosamente abriéndose paso entre el equipo. Conversamos animadamente con ambos taxistas, quienes con su simpatía hicieron el viaje más llevadero. Al llegar a Jagüey Grande, nuestras bicis fueron ensambladas sin contratiempos, listas para la acción. Con el ánimo renovado, pedaleamos hasta que el cielo se encapotó, anunciando una tormenta inminente que nos obligó a buscar refugio bajo un techo. Tras la pausa obligada, reanudamos el camino hacia Playa Larga. En la ruta, la suerte nos sonrió cuando un coche nos ofreció una casa de renta con vistas al mar. Ya en Playa Larga, una breve exploración nos confirmó que aquella oferta era la mejor opción. El día culminó con un refrescante chapuzón en el mar y una cena deliciosa en la terraza de nuestra nueva casa. ¡Misión cumplida! Hemos alcanzado la segunda etapa de nuestra aventura, con las bicicletas en perfecto estado y nosotros llenos de energía, listos para más.
Leer másDía 12: Ciénaga de Zapata
5 de Agosto de 2025
Después de un desayuno cubano que nos cargó de energía, nuestras bicicletas nos llevaron a explorar el criadero de cocodrilos en la mística Ciénaga de Zapata. Aunque el flujo de visitantes era escaso, lo que nos permitió una experiencia más íntima, esperamos pacientemente para compartir la lancha que nos adentrará en la Laguna del Tesoro. El paseo resultó agradable, aunque la expectación no se tradujo en un asombro memorable; un rincón más en nuestro tapiz de aventuras cubanas. De regreso a casa, el camino nos regaló un mango tan suculento que endulzó el alma. Nuestra anfitriona, con su generosidad innata, nos sorprendió con una deliciosa sopa y aguacate, un gesto que nos hizo sentir aún más bienvenidos. La tarde transcurrió entre un merecido descanso, llamadas reconfortantes a casa, mientras Mara, con el espíritu aventurera, se deleitaba con un tranquilo paseo por la playa, cerrando así otro día inolvidable bajo el sol cubano.
Leer másDía 13: De Playa Larga a Playa Girón
6 de Agosto de 2025
Un nuevo amanecer nos encuentra en Playa Larga, donde, tras un desayuno que recarga energías, ayudamos a nuestras anfitrionas a registrar su encantadora casa de renta en Maps.me, deseando que más viajeros encuentren este rincón de hospitalidad. Hoy la ruta nos lleva de playa a playa, con destino a Playa Girón. El camino, aunque rectilíneo y flanqueado por árboles que a veces ocultan la costa, nos regala un espectáculo natural: cientos de cangrejos escabulléndose al sentir nuestras ruedas, un ballet diminuto que nos arranca sonrisas. La monotonía del paisaje se rompe con oasis secretos: pequeñas calas entre la vegetación donde nos sumergimos para un snorkel improvisado. Nadar aquí es como zambullirse en una pecera gigante, rodeados de una vida marina vibrante y colorida que nos deja sin aliento. Cuando la jornada casi culmina, una lluvia inesperada nos empapa por completo, pero la bienvenida en Playa Girón es instantánea y cálida. Jorge, a quien llaman 'Jorgito el pescador', nos intercepta en la entrada del pueblo, invitándonos a su casa de renta, un nuevo paraíso que apenas lleva seis meses abierto y que luce impecable. Su amabilidad y sus relatos sobre la Cuba de hoy, con sus cambios y desafíos, nos cautivan. Después de reponer fuerzas, exploramos el corazón de Playa Girón, observando la vida local desde las mesas de una tienda, un crisol de historias que transcurren ante nuestros ojos. La noche nos devuelve a la casa de Jorgito, donde nos espera una cena sublime: langosta fresca y jugosa, el broche de oro para un día lleno de contrastes, hospitalidad y la belleza inesperada de la costa cubana.
Leer másDía 14: Cienfuegos
7 de Agosto de 2025
Con el sol aún despuntando, desayunamos a las 6:30 AM, ansiosos por alcanzar Cienfuegos. La brisa matutina nos impulsó por kilómetros, deslizándonos casi sin esfuerzo bajo un cielo que prometía una jornada clara. Aunque el paisaje se tornó monótono en ciertos tramos, cada parada para hidratarnos y estirar las piernas era un pequeño oasis. De repente, el camino nos regaló una escena inesperada: el arroz secándose bajo el sol en el asfalto y vastas plantaciones donde los bueyes araban la tierra con una cadencia ancestral. Intentamos un atajo, pero la sabiduría local nos guio por la ruta más larga, advirtiéndonos del fango intransitable. Con cada pedalada, los kilómetros se sumaban hasta que, finalmente, las calles de Cienfuegos nos acogieron. Orgullosos, celebramos haber superado nuestro récord personal: 81 km en un día. Al llegar a la emblemática Plaza de José Martí, su belleza arquitectónica nos cautivó, aunque el contraste con la suciedad y el deterioro de algunas fachadas nos llenó de nostalgia, imaginando la ciudad en su esplendor, vibrante de música y alegría. Una casa de renta recomendada nos ofreció el merecido descanso. Tras una ducha reparadora, nos dirigimos a Villa Mar para una cena que superó todas las expectativas: excelente comida a precios inmejorables, un verdadero hallazgo cerca de nuestro refugio. La jornada concluyó con la promesa de otra etapa desafiante mañana, rumbo a Trinidad, pero el dulce cansancio nos invitó al sueño profundo.
Leer másDía 15: Cienfuegos a Trinidad
8 de Agosto de 2025
Un nuevo día amanecía en Cienfuegos, y con el sol aún bajo, a las 6:30 AM, ya estábamos listos para la siguiente etapa de nuestra aventura. El objetivo: llegar a la histórica Trinidad, aunque con la flexibilidad de detenerse antes si el camino lo dictaba. Salimos de Cienfuegos sin dificultad, y las subidas iniciales nos regalaron vistas espectaculares mientras nos adentrábamos en el corazón de la isla. A mitad de camino, un mango exquisito se convirtió en el tentempié perfecto. Tras 40 kilómetros, la "tableta de manteca de cacahuete" de Playa Girón nos dio un impulso energético delicioso. Un tramo de bajada nos acercó de nuevo a la costa, y el primer chiringuito que encontramos se convirtió en nuestro oasis. Rodeado de lugareños, este lugar vibraba con vida, ofreciendo no solo restaurante sino también una playa con más chiringuitos. Un sándwich y el rellenado de botellines nos prepararon para la segunda parte de la jornada. El calor se hizo sentir en un tramo seco bajo el sol implacable, obligándonos a buscar refugio en una parada de autobús para disfrutar del mango. Pero la visión de Trinidad a lo lejos reavivó nuestra alegría; el objetivo estaba al alcance. Las últimas cuestas, aunque desafiantes, se sintieron como una victoria dulce. Un helado para celebrar, y ¡listo! Habíamos llegado a nuestro destino con las alforjas llenas de historias y el corazón desbordante. Ahora, unos merecidos días de descanso nos esperan para sumergirnos por completo en el encanto de Trinidad.
Leer másDía 16: Explorando Trinidad
9 de Agosto de 2025
En Trinidad, el día comenzó con la dulce lentitud de un merecido descanso. Más tarde, la ciudad se desveló ante nosotros de la mano de Alain, un guía local cuya conversación fluía tan natural como la de un viejo amigo. Durante casi tres horas, sus relatos dieron vida a cada calle adoquinada, cada plaza y rincón histórico, sumergiéndonos en la esencia vibrante de Trinidad. Tras esta enriquecedora caminata, el aroma de un café recién hecho en el Café Don Pepe nos ofreció un remanso de paz y energía. La tarde nos sorprendió con un gesto de pura humanidad: una pareja vasca, desorientada con sus móviles, encontró en nuestra anfitriona Iris la ayuda desinteresada que solo en Cuba se recibe. El crepúsculo nos invitó a un viaje en el tiempo con la canchánchara, esa bebida legendaria que, se dice, llenaba de valor a los guerrilleros. La noche culminó en el corazón rítmico de la salsa, donde entre sorbos de mojito y carcajadas, intentamos dejarnos llevar por el contagioso compás cubano, aunque el espacio y la intimidad del momento nos mantuvieron en un baile más personal. Fue un día completo, vibrante de cultura, conexiones genuinas y la magia inconfundible de Trinidad.
Leer másDía 17: Playa Ancón y Noche de Salsa
10 de Agosto de 2025
El día 17 amaneció con la dulce pereza del cansancio acumulado, invitándonos a un inicio pausado. Con las bicicletas listas, nos dirigimos a la idílica Playa Ancón, atravesando el pintoresco pueblo costero de La Boca. En la playa, la agradable coincidencia nos unió a la pareja vasca con la que compartimos risas y anécdotas de viajes por Cuba y en furgoneta. Su compañía, tan amigable como siempre, hizo que el tiempo volara. Mientras ellos regresaban a Trinidad para almorzar, nosotros nos rendimos al sosiego de las hamacas bajo la sombra de las palmeras. La amenaza de una tormenta de truenos, que finalmente no se concretó, añadió un toque de drama al ambiente. El camino de regreso en bicicleta, aunque al principio nos dio pereza, resultó ser un paseo reconfortante. La noche se vistió de calidez familiar cuando Iris y su madre nos invitaron a una deliciosa cena casera, creando un momento verdaderamente entrañable. Para sellar la jornada, nos reencontramos con la pareja vasca, visiblemente animados por algunos mojitos, y nos dirigimos a la Casa de la Música. Allí, el vibrante ritmo de Sonata Trinitaria nos envolvió, haciendo que nuestros pies se movieran al compás de la salsa mientras saboreábamos más mojitos. Otro día lleno de conexiones, playa y la inconfundible alegría cubana.
Leer másDía 18: Trinidad y el Valle de los Ingenios
11 de Agosto de 2025
Hemos cedido al encanto de Trinidad y decidido extender nuestra estancia, pues esta ciudad colonial se ha revelado como la joya más cautivadora de nuestro viaje. La mañana nos envolvió en la calidez de la familia de Iris; presenciamos el ritual del Padre tostando y moliendo café, un aroma que impregna el aire, y disfrutamos de animadas partidas de cartas con el pequeño Tiago, sintiéndonos verdaderamente parte de este hogar cubano. Antes del mediodía, nos aventuramos al mirador del Valle de los Ingenios, donde la vista panorámica se extiende sobre un mar de verdor, testimonio de las antiguas plantaciones de caña de azúcar y sus ingenios. Allí, compartimos impresiones y risas con un ciclista cubano que, como nosotros, exploraba la magia de Trinidad. Nuestro almuerzo fue un festín sencillo pero delicioso: pollo frito y el dulzor refrescante de cocos recién extraídos por el amable jardinero, quien nos reveló el secreto de su capa interior comestible. Tras despedirnos, regresamos a casa para un respiro del cálido sol. La tarde nos espera con la promesa de sumergirnos en el bullicio del mercado artesanal en busca de recuerdos, y al anochecer, culminaremos el día ascendiendo al mirador más alto, buscando una última postal de esta ciudad que ya consideramos nuestra.
Leer másDía 19: Cascada de Javira y Despedida de Trinidad
12 de Agosto de 2025
El día 19 amaneció en Trinidad con la promesa de una inmersión total en la naturaleza. Tras un desayuno que nos infundió la vitalidad cubana, nuestras bicicletas se deslizaron por serpenteantes caminos rurales, guiándonos hacia la majestuosa cascada de Javira, oculta en el corazón del Parque Nacional Topes de Collantes. Cada pedalada era un suspiro de deleite, una sinfonía de paisajes verdes que se extendían sin fin y un aire fresco que revitalizaba el espíritu; la satisfacción de llegar por nuestra cuenta, ajenos a tours organizados, añadió un toque de auténtica aventura. Dejamos nuestras fieles compañeras cerca del restaurante El Cubano y nos adentramos a pie por un sendero de 3.6 kilómetros, un túnel verde que nos sumergió por completo en la vibrante vida del bosque cubano. Tras unos 40 minutos de caminata, el suave rugido del agua nos anunció la aparición de la impresionante cascada, un velo líquido que caía con gracia. Tuvimos la fortuna de sumergirnos en sus pozas cristalinas, disfrutando de un baño en completa soledad, nadando hasta la base de la cascada con una sensación de paz y renovación inigualables. Incluso nos aventuramos a explorar una pequeña cueva oculta tras la cortina de agua, un rincón fascinante habitado por misteriosos murciélagos, susurros de la naturaleza. Justo cuando emergíamos de sus refrescantes aguas, un animado grupo de viajeros italianos llegó, sus risas llenando el aire, listos para descubrir el mismo paraíso. Regresamos por el mismo sendero, recogimos nuestras bicicletas y volvimos al vibrante centro de Trinidad. Allí, nos deleitamos con una comida exquisita y relajada en la icónica Taberna La Botija, seguida de un refrescante café helado en la acogedora cafetería Don Pepe, cada bocado y sorbo un pequeño placer. La tarde nos invitó a un merecido descanso en la quietud de nuestra casa, con Mara inmersa en las páginas de un buen libro y yo recargando energías, saboreando los últimos momentos en esta joya colonial. Al caer la noche, nos despedimos de Trinidad con un último paseo nostálgico por sus encantadoras calles empedradas y disfrutamos de una cena sencilla, pero llena de sabor, amenizada por la melodiosa música en vivo que inundaba el ambiente, una despedida melancólica a la magia de esta ciudad que nos había robado el corazón. Nos retiramos temprano para organizar meticulosamente nuestras alforjas, con la mente ya puesta en el colectivo que mañana, a las 8:00 AM, nos llevará de regreso a La Habana, cerrando un capítulo inolvidable y profundamente enriquecedor de nuestro viaje.
Leer másDía 20: Regreso a La Habana
13 de Agosto de 2025
El amanecer del día 20 nos encontró listos para el retorno. A primera hora, un taxi con un portabicis, un regalo de un cicloturista vasco, nos esperaba para llevarnos de Trinidad a La Habana. Las cuatro horas de viaje transcurrieron entre siestas y amenas conversaciones con el taxista, cuya simpatía hizo el camino más corto. Era el 13 de agosto, y la ciudad vibraba con el aniversario del nacimiento de Fidel Castro Ruiz, quien habría cumplido 99 años; se sentía la celebración en el aire. Al llegar cerca de nuestro alojamiento, el entorno nos era ya familiar, y al divisar nuestra casa, Ela, Aris y Eva nos esperaban en el balcón con rostros alegres. Subimos las bicicletas y el equipaje, y enseguida, mientras saboreábamos una refrescante piña colada de bienvenida, compartimos con ellos las incontables anécdotas y emociones de nuestro viaje, que escuchaban atentamente. Después, nos dirigimos al restaurante Doña María, justo enfrente, donde un camarero increíblemente amable, que ya nos reconocía con una sonrisa cada vez que pasábamos, nos dio una cálida bienvenida. Tras una merecida siesta, exploramos Centro Habana hasta el vibrante Callejón de Hamel, un rincón de arte y cultura. Para culminar el día, regresamos al restaurante para llevar unos deliciosos bocadillos y compartir una cena improvisada con todos, sellando así otro capítulo inolvidable de nuestra aventura cubana.
Leer másDía 21: La Habana y San Agustín
14 de Agosto de 2025
El día 21 nos envolvió con la vibrante energía de La Habana. Tras un desayuno revitalizante, Lázaro, nuestro entrañable guía sobre ruedas, nos condujo por un circuito fascinante a través de la icónica Plaza de la Revolución, el elegante Vedado y el animado Miramar. Con cada pedalada, sus lúcidas reflexiones sobre la Cuba actual pintaban un cuadro más profundo de su realidad. Nuestra aventura nos llevó 16 km al oeste, hasta San Agustín, el rincón donde Lázaro llama hogar. Allí, Nidia, su esposa enfermera, nos acogió con la calidez de un sol tropical y un plato de frutas frescas. Su casa, un oasis de luz y calma, se llenó de risas y conversaciones mientras compartíamos mesa con su hija Melisa y su novio, experimentando la auténtica hospitalidad cubana. Fue un testimonio conmovedor de resiliencia ver cómo, con naturalidad asombrosa, la familia recolectaba agua durante los cortes intermitentes; un recordatorio palpable de la constante danza de ingenio para el acceso a recursos básicos. Al despedirnos de Lázaro y su familia, con el corazón rebosante de gratitud, el Malecón nos regaló un último abrazo de brisa marina. Allí, bajo el cielo crepuscular, compartimos un refresco final. Ela y Aris, con su cariño casi paternal, esperaban inquietos nuestra llegada, pero sabíamos que este día había sido, sin duda, un tesoro. Y justo antes de sucumbir al sueño, una conversación inesperada con Vladimir, su vecino, sobre tecnología e inteligencia artificial, encendió una chispa de intercambio de ideas y contactos, sellando un día vibrante y lleno de conexiones memorables.
Leer másDía 22: La Habana Centro y despedida
15 de Agosto de 2025
Con las energías renovadas, nos sumergimos en las vibrantes calles de La Habana Vieja, descubriendo la majestuosa Plaza Vieja, un tesoro que nos había eludido. La inmersión en la historia cubana continuó en el fascinante Museo de la Revolución, donde aviones emblemáticos, fragmentos del avión derribado y el histórico yate Granma, nave que desafió los límites con sus 80 valientes expedicionarios liderados por Fidel y el Che, nos transportaron al corazón de la Sierra Maestra. También nos maravillamos con la opulencia colonial de la casa museo del Conde de Bayona. La jornada se endulzó con una despedida culinaria: Ela nos deleitó con una comida casera que compartimos en familia, un broche de oro para el viaje. Por la tarde, tras un merecido descanso, nos sumergimos en el efervescente universo de la Fábrica de Arte Cubano (FAC). Un espacio multifacético que, con su exposición, conciertos, danza contemporánea y talleres, nos hizo sentir transportados a la vibrante escena artística de Berlín. Nos atrevimos a participar en un taller de Hip Hop, entre risas y bailes, compartiendo la alegría con cubanos y viajeros. Una experiencia memorable que selló un día lleno de arte, historia y conexiones auténticas.
Leer másDía 23: Despedida de Cuba
16 de Agosto de 2025
Hoy marca el cierre de un viaje inolvidable. Nos invade una mezcla de melancolía por la despedida de Cuba y una profunda gratitud por cada vivencia, cada sensación y cada encuentro. Regresamos con el corazón lleno de historias que anhelamos compartir con amigos y familia. La mañana transcurre empaquetando nuestras bicicletas en sus cajas y organizando el equipaje, con la eficiencia que solo la experiencia viajera te otorga. Para el almuerzo, nos reencontramos con la entrañable pareja vasca de Trinidad. Nos guían al restaurante Chanchullero en La Habana Vieja, un lugar que conocen bien y que, para nuestra alegría, supera las expectativas. Entre anécdotas compartidas y el sabor de unos mojitos perfectos, la comida se convierte en un brindis por nuestras aventuras. Ellos también están en los últimos compases de su travesía; quién sabe, quizás el destino nos reúna de nuevo en Bilbo o en alguna sidrería. Nos acompañan hasta nuestra casa, donde la despedida es un "hasta luego" lleno de cariño, justo antes de que llegue nuestro taxi. Osniel, el mismo taxista que nos recibió al aterrizar en Cuba, nos espera. Un apasionado del ciclismo, le compartimos cómo nuestras preocupaciones iniciales por el calor se disiparon gracias a los madrugones, permitiéndonos completar toda la ruta soñada. En el aeropuerto, facturamos las bicis sin problema alguno, una confirmación más del éxito de esta primera aventura aérea con nuestras compañeras de dos ruedas. Nos esperan largas horas de viaje hasta casa, entre avión y autobús, pero la mente vuelve una y otra vez a cada momento. Este viaje ha sido un 10 rotundo. Hemos redescubierto el placer de viajar en bicicleta: la libertad de movernos a nuestro propio ritmo, la dicha de explorar pueblos que de otra forma pasaríamos de largo, la fortuna de forjar amistades inesperadas por un simple pinchazo, la espontaneidad de un chapuzón en una cala solitaria, la emoción de ser sorprendidos por una tormenta torrencial, la contemplación del paisaje transformándose con cada pedalada, los saludos y sonrisas de los campesinos al cruzarnos, la satisfacción inmensa de alcanzar metas con nuestro propio esfuerzo, y el disfrute, sobre todo, de las bajadas después de conquistar una cuesta. Viajar despacio nos ha abierto las puertas a la auténtica Cuba, permitiéndonos conocer familias, compartir conversaciones profundas y vivir momentos de una calidez inigualable. Y nada de esto habría sido tan mágico sin la compañía de Mara. Su alegría y su entusiasmo diario han sido el ingrediente secreto para que este viaje superara todas las expectativas.
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